Reconocernos en este nuevo contexto En-Conexion.com

Reconocernos en este nuevo contexto


Reconocernos en este nuevo contexto

Reconocernos en este nuevo contexto

“ El hombre rinde el máximo de su capacidad cuando adquiere plena conciencia de sus circunstancias”. Jose Ortega y Gasset


En eso andamos querido Jose! Tratando de tener plena conciencia de este mundo que se nos ha derrumbado y nos tiene a toda marcha intentando hacer pie. Me animo a decir que andamos gateando en esta conciencia de todas las implicancias de este nuevo estar que vino para quedarse, oscilante, un paso pa’ delante, otro para atrás.

De la ilusión de caminar derechito y para adelante, ya no mas, por fin entendemos. Vamos zigzagueando, sabiendo que retroceder a veces es avanzar en cuidado y conciencia.

Y si, esto de que sea más permanente de lo esperado, vivir con este nuevo visitante y sus consecuencias, nos va a llevar un tiempo darle la vuelta. Se aconseja ir paso a paso, muy cerca a la experiencia, y por otro lado hacemos malabares ya que a nuestras mentes, les encanta planificar en largo, disponer del ir y venir, las agendas predecibles, llevarnos sin tanto cambio, pues parece que de momento no más.Planificar pequeño, incluir el agotamiento, habilitar el conocernos de nuevo. Instalar con mas frecuencia la pregunta de lo apropiado para nosotros en cada momento. No somos los mismos, esa es la mayor de las conciencias de estos tiempos, declarar que nos tenemos que re-conocer. Nada queda fuera de este nuevo marco, somos en los contextos, en ese entre de la experiencia, entre los que éramos antes de la pandemia, y los que somos ahora mientras tanto. Este virus se filtra en los vínculos, en como amamos, nos peleamos, discutimos, reparamos, en nuevos modos de compartir espacios, en el rango de muy solos o demasiado acompañados. Siempre con el alerta como invitado a la mesa. Comemos distinto, gastamos energía distinto, seguramente con combinaciones de las mas variados, algunos más algunos menos, pero probablemente distinto.

Acomodamos el tiempos diferente, la vivencia del tiempo se altero. La flexibilidad es la invitada estrella, para pasarla mejor, necesitamos dosis de “ en principio nos vemos”, “ quizás despegamos”, “ lo vamos viendo…”, “ hay que recalibrar ” y todas estas opciones en el mejor de los casos.

Acompañar la muerte a sufrido un impacto inhumano, de los que parten y de los que quedan. Estamos en jaque mate y las herramientas de siempre también colapsar, es demasiado para que alcancen.

El permiso, otro invitado que cobra escena, permiso para dejarnos caer, pedir ayuda, desaparecer un ratito, decir simplemente no. Para conversaciones sentidas, para incluir el colapso como recuperación, la sensación normalizada de no saber para donde. Permiso para el desconocimiento propio. Para intentar lo nuevo, a ver si funciona, las opciones mixtas, cerca y cuidándonos, lejos y cerca, presencial u online, se van instalando de a poco. Y las opciones viene como oleadas frescas, reencuentros esperados. La valoración de lo que si vuelve nos alegra también distinto, se celebra más, porque lo dado de antes cobra otro significado, sabemos que puede no estar.

Los márgenes de la compasión hacia lo que realmente podemos y lo que no requiere honestidades expandidas. Nuestros egos necesitan un update, una actualización, algunos están atrasados, han quedado varados en los principios del 2020 sin incluir el contexto y siguen juzgando, empujando como si nada hubiera pasado. Se viene una charla profunda cara a cara: querido ego, la vara ya no funciona mas, a mas empuje mas derrumbe, nos hundimos!Los logros, las llegadas, los encajares para ser aceptados, necesitan incluir la pandemia, lo posible, los nuevos que somos. Cambiar nos activa el alerta y no hacerlo nos desregula, no hay escape, mirarnos con gentileza es el camino. En ese péndulo vale la pena detenerse, hacer un viaje al criterio de realidad para acomodar algunas piezas.

El ajuste interno de voces criticas a voces compasivas, es urgente, necesita tomar un poquito de carrera para no desgastarnos tanto. Nuestro sistema nervioso escucha por dentro y por fuera, resuena con lo que nos decimos y mira el mundo. Suma alerta o seguridad, el cursor se mueve con una simplicidad compleja. Si, es simple de entender y nos requiere dedicados para hacer de nuestro ser, un refugio para alojarnos con compasión hacia lo que si podemos, queremos y somos hoy, menuda complejidad!.

Y por último sentirnos parte, esa es otra llave, nadie queda fuera de este cimbronazo, con más o menos recursos, finalmente estamos en la misma tormenta, saludándonos de bote a bote. Conciencia de armar juntos las herramientas propias, que sin duda se tallaran con otros, se derrumbó el salvarnos solos, ya era hora.

“ A un hombre se le puede robar todo, menos una cosa: La última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias”

Viktor Frankl

  • 21/08/21
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